28 dias - II

Es casi la media noche, en unas horas, ya faltaran 27 días para su regreso, aunque con el horario que el tiene ya son 27 dias los que faltan para volvernos a ver, después de todo podría acoplarme a su horario y asi disminuir un poco lo largo de mi espera.

Hoy después de casi 3 dias de permanecer en casa sin salir, mas que a respirar por unos minutos, y regresar a mi autoterapia contra la tristeza que consiste en ver tantos capitulos como pueda de sex and the city y comer helado de vainilla mientras fumo como chimenea me decidí a salir para embriagarme de mi otro tipo de terapia personal, sentarme por horas y horas en un vips tomando café barato, fumando como chimenea y hablar de cosas estupidas con mi mejor amigo. Cuando iba en camino me di cuenta de algo y me preguntaba ¿cómo era posible que en todas las personas que yo veía, niños, adolescentes, adultos o ancianos, sin importar si usaban el transporte público o algun auto propio, si iban caminando o corriendo, en todos existia una felicidad enmascarada?, en los ojos de todos se reflejaba tristeza, aunque algunos simulaban una mueca en la cara intentando sonrreir, en el fondo de sus ojos se veía dolor, tristeza, en psicología se dice que el pueblo mexicano es un pueblo que sufre de un sindrome que se llama el 'sindrome de la desesperanza aprendida' y nunca lo había visto tan cerca como hoy, quizas sea que en este mes mucha gente sin razon aparente se deprime, pero tampoco lo iba a cuestionar, lo que si me cuestionaba era ¿porqué todos tenemos siempre que utilizar caretas ante la sociedad?, ¿porqué si estamos tristes tenemos que aparentar no estarlo?, ¿porqué nos da verguenza que nos puedan ver tristes, o que nos vean llorar?, como si existiera una persona en el mundo que nunca llore en su vida, o ¿porqué cuando estamos felices tenemos que contener nuestra felicidad por miedo a que piensen que estamos locos?, ¿o nos digan que no seamos ridiculos?, ¿o por miedo a que la gente nos vaya a envidiar algo y se arruine nuestra felicidad con las malas vibras de los otros?. Si hay algo que detesto de la gente son las caretas, y las poses, por lo tanto las caretas que se tienen que utilizar ante nuestros estados de ànimo.

Al estar pensando en todo esto, lo pude oler, una estela de su aroma pasó justo frente a mí, me emocione por unos segundos, pense que él estaba a mi lado, pero de pronto recorde lo lejos que mi marinero esta de mí y se me llenaron los ojos de lágrimas, cuando los ojos estan llenos de lágrimas la vista se nubla, en ese momento estaba cruzando la calle y un microbus casi me lleva de un golpe, por suerte escuche la voz de alguien que gritó y volví en mí, pude pegar un salto que me salvó y no pasó a mayores, solo me lastimé las dos rodillas que me quedaron con cortaduras, raspones, moretones y mucho dolor ya que caí sobre de ellas, pero me salve de algo peor.

Debido a esto llegue un poco tarde a mi cita, pero afortunadamente mi amigo aún no llegaba, y justo cuando creía que habia comenzado a superar la tristeza y la melancolía de estar tan lejos de el, que habia pasado la peor etapa, ahì estaban, dos chicos, sentandos uno al lado del otro, no los conocía pero no pude dejar de mirarlos, no se parecían a nosotros, pero sus miradas me recordaban a las de mi marinero y la mía, estaban sentados, se besaban, se abrazaban y con los ojos se decían te amo, fué entonces cuando me sente y comencé a llorar, no sabía si era por el dolor fisico en mis rodillas y manos, o por el dolor de saberlo tan lejos de mí, y sin importarme empecé a llorar la gota gorda, las meseras me veían raro, algunas personas que pasaban o que estaban sentadas cerca de mi me miraban con extrañeza, pero no me importó, por primera vez en mi vida decidí dejar mi máscara, justo en el pedazo de banqueta en el que caí, decidi llorar y llorar sin importarme que me viera la gente, no se si esta sea la mejor solución, lo que si sé es que me logre desahogar por largo rato, y justo ahora me siento aunque sea muy poco pero mejor.